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El 63% de la ciudadanía navarra, favorable a la promoción del euskera

Xabier Erize eta Carlos Vilches

El 63% de la ciudadanía navarra, favorable a la promoción del euskera

Xabier Erize eta Carlos Vilches

Un estudio realizado por el sociolingüista Xabier Erize y el sociólogo Carlos Vilches pone sobre la mesa que casi dos tercios de la ciudadanía navarra es favorable a la promoción del euskera, un resultado positivo obtenido gracias a un trabajo completo que engloba a toda la población mediante una metodología cualitativa y cuantitativa.

El 63% de la población navarra se muestra favorable a la promoción del euskera, un 17% está en contra y, al mismo tiempo, el 85% está de acuerdo con que es una riqueza cultural a proteger. Además, el elemento discursivo de voluntariedad y fomento alcanza una gran resonancia social. Estas son algunas de las conclusiones que Xabier Erize y Carlos Vilches han obtenido de su investigación, orientada a un mejor conocimiento de la realidad sociolingüística de Navarra y de los valores con mayor resonancia en torno al fomento del euskera, en el marco del convenio entre Eusko Ikaskuntza y el Gobierno de Navarra a través de Euskarabidea.

La investigación se ha realizado con una metodología mixta, cualitativa y cuantitativa; fijando los conceptos en una fase de diálogo con 9 grupos de todos los perfiles sociodemográficos y posteriormente con 900 encuestas. El trabajo responde a una “carencia” que los investigadores vieron “en cuanto a investigar el conjunto de la sociedad navarra”, como señala Erize: “Nos parecía importante recoger las opiniones del conjunto, también de la gente que es lejana al euskera”. Y es que en Navarra apenas se han hecho este tipo de investigaciones completas, como explica Vilches: “veíamos que era un momento clave en el que se estaban produciendo cambios en el discurso respecto al euskera, y faltaba una investigación que, partiendo de una perspectiva cualitativa, abierta y sin prejuicios, pusiera el tema en el eje del discurso”.

A partir de unos primeros objetivos muy amplios y la pregunta “¿cuál es la identidad navarra?”, se crearon 9 grupos triangulares de cuatro personas: por comarcas, edad, sexo, nivel económico, conocimiento del euskera, lugar de nacimiento… Con los discursos que surgieron se elaboraron las preguntas de la encuesta. La conclusión es clara para Vilches: “Que el euskera se construya desde la voluntariedad, sin presión ni obligatoriedad, genera grandes líneas de conexión discursiva”.

La resonancia social

“Hemos identificado los discursos y el nivel de apoyo del euskera. Un fomento que se hiciera a partir de discursos que encuentran resonancia tendría muchas posibilidades de desarrollarse; uno que se hiciera a partir de discursos con poco apoyo, no”, afirma Erize, ya que las posturas contrarias al euskera “encuentran muy poco eco”. Esto se entiende con el concepto de resonancia social: “Un movimiento social tiene posibilidades de éxito cuando se produce una resonancia entre los mensajes que emite y lo que la sociedad piensa; cuando los mensajes y acciones resuenan en la población, se genera una sintonía positiva y esa causa social (como el euskera) se desarrolla”.

El estudio busca “identificar discursos favorables al euskera con resonancia social”, destaca Erize. Los discursos con más del 50% de apoyo tienen resonancia, y los de menos, disonancia. “Cada elemento discursivo tenía una distribución diferente, pero no radical, de unas zonas a otras”, añade el filólogo “lo que era mayoritario o minoritario en la media de Navarra, lo era en todas las zonas”. Así, el 85% de las personas encuestadas piensa que el euskera es una riqueza cultural que es preciso proteger; la idea de que debería existir respeto y tolerancia mutua entre el euskera y el castellano suma un 93%; y el 62% opina que la utilización partidista del euskera es perjudicial.

Un espacio de respeto

“Una de las conclusiones de este estudio es que el cambio de contexto que ha habido en los últimos años posibilita hablar de un tema que antes podía ser conflictivo y muy mediatizado ideológicamente”, explica Vilches. “Es interesante decir que hoy se puede hablar del euskera sin enfrentamiento; hay un trasluz ideológico, pero ahora se crea un espacio de respeto”, apunta el sociólogo. En el ámbito de las comarcas es donde se notan más las variaciones, pero mayoritariamente aparece “un discurso favorable al euskera”.

Y Erize destaca el “clima de espontaneidad” de los grupos, en los que “a pesar de sus diferencias, no salieron cosas conflictivas”, sino que personas de ideología y edad distintas han creado un discurso positivo: “Uno de los elementos transversales en Navarra es que el euskera forma parte de esa identidad, con mayor o menor arraigo”. Más concretamente, el 61% está de acuerdo con la idea de que el sentimiento de pertenencia a Navarra une a las diferentes poblaciones y zonas.

Mejores resultados

En la última encuesta sociolingüística de Navarra (2021), la postura a favor del fomento del euskera rondaba el 30%, y la diferencia con el resultado de Vilches y Erize llama la atención. El sociólogo destaca dos cuestiones: “Es previsible que, respecto al euskera y a su progresiva normalización, el discurso favorable vaya creciendo por el cambio de contexto de los últimos años”.

Por otro, apunta a la metodología: “Uno encuentra respuestas depende de lo que pregunte y cómo”. Esta investigación no se ha fundamentado sobre una única pregunta, sino que se ha formado a partir de cómo las personas construyen sus discursos para preguntar de forma diferenciada. “La metodología es más completa, pero eficaz para recoger resultados más reales y ajustados al pensamiento de la población”, concluye Vilches.

RECOMENDACIONES PRÁCTICAS

  • Al final, todo se sintetiza en los ejes fomento/obstaculización y voluntariedad/obligación”, explica Erize. El estudio demuestra que aunar fomento y voluntariedad crea una gran resonancia social. “Pero esto es un estudio y los agentes sociales son libres de tomar las decisiones que quieran”, advierte el sociolingüista. Sin embargo, propone algunas recomendaciones prácticas:
  • Tomar en consideración a todos los sectores de la sociedad y buscar un diálogo entre las partes; dar a conocer los modelos lingüísticos de la enseñanza; difundir que es legalmente posible estudiar en euskera en toda Navarra, porque hay quien no lo sabe o cree que no es posible; introducir nociones culturales básicas sobre el euskera en la educación; y plantear programas lingüísticos de acogida para niños/as migrantes”.
  • La idea que se nos queda es que es un trabajo replicable: este avance y esta propuesta metodológica plantean que se puedan hacer estudios similares o más específicos”, afirma Vilches, que ve el trabajo como “una referencia que abre nuevas vías a partir de esta gran visión colectiva de la sociedad”. Erize se muestra satisfecho con estos años “intensos” cuyo fruto es “un trabajo coherente y completo” con resultados favorables al euskera: “Aunque hubieran sido contrarios, como investigador estaría contento también, porque hemos hecho todo lo que teníamos que hacer, no se nos ha quedado nada en el tintero”.

 EUSKARARENTZAT SEMAFORO BERDEA

Erize eta Vilchesek euskarari eta euskaldunei buruzko iritziak bildu eta aztertu dituzte, euskarari buruzko diskurtsoak identifikatuz, aztertuz eta interpretatuz, erresonantzia sozial handienak zituztenak aurkitzeko. Emaitzak “pozgarriak” izan dira: Nafarroako herritar gehienak (%63) euskara sustatzearen alde daude. Erdiek baino gehiagok (%52) uste dute euskaldunak erreferente positiboa direla, eta nafarren ia erdien ustez (%50), gobernuak orain baino gehiago sustatu beharko luke euskara. Baina erresonantzia gehiena lortu duten ideiak bi dira: Erizek azaltzen duen bezala, “dena sustapen/oztopo eta borondatezkotasun/betebehar ardatzetan laburbiltzen da”. Koadrante batean irudikatuz, borondatezkotasuna eta sustapena batzen dituen tokia berdea jartzen da, “semaforo berde bat” bezala. Oztopatzearen eta betebeharraren aldea, aldiz, gorria.

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